domenica, giugno 18, 2006

Lugares comúnes, lugares necesarios, lugares certeros...

Hoy, día que la mercadotecnia institucionalizó como "El día del Padre", los Burgos se dirigieron en peregrinación hacia el panteón donde hace dos meses enterraron al abuelo Felipe.
En medio de todas esas flores, las escobas, los bancos para sentarse, las órdenes que la abuela Sofía daba al jardinero, el albañil y cualquier otro que se atravezara en el camino; me puse a pensar en lo extraño que es ir a "visitar" a los muertos.
El panteón, cementerio o como quieran llamarlo no es mas que un lugar vacío, en realidad no hay nadie ahí. Plagado de tumbas, capillas, ataúdes, cuerpos ... pero cuerpos vacíos, inhertes, inútiles, abandonados...
Y lo pensé mientras me alejaba de todos para estar a solas con mi abuelo, para decirle que mi tesis sigue lenta pero (espero) segura, que lo extraño y que me encantaría que me acorrarlara con todas esas preguntas suyas sobre la universidad, mis artículos y editoriales, planes para el futuro, etc.
lo seguí pensando después de que finalmente lograran abrir la capilla y Sofía continuara ordenando a todo aquel que no estuviera haciendo nada. Había mucho que hacer, barrer el polvo que se cuela por la rendija, sacar los insectos (de esos que duran un día) que invaden el piso, arreglar las flores que no hicieron falta.
Ah si!, a nadie se la ha ocurrido llevar un recogedor para la basura, ni cerillos o encendedor para las velas (uf! que sanos todos, nadie fuma por aquí!)
no dejé de pensarlo mientras miraba a mi abuela acercarse y arreglar las flores, sentarse frente a "él".
Pero si ya no está ahí! Supongo que es necesario aferrarse a algo, tener la "certeza" de poder ir a visitarlo, que no se ha ido. Pero nada es estático, todo cambia, porque todo está en movimiento.
Bueno, pero no es que sea muy fácil aceptarlo, al menos no de acuerdo al modo en al cual nos hemos acostumbrado a pensar: lineal, secuencial, de acuerdo a un orden determinado...
y para que todo tenga sentido, para no perder la cabeza, contruyes verdades,que son como fortalezas para mantenerte seguro; para creer en algo, para entender el mundo
Y que pasa cuando estas certezas se derrumban, o alguien tan cercano se va??? locura, caos, desastre...
hay que reconstruirlo todo.
Entonces supongo que pasa lo mismo con la muerte. Se fué, pero no se fué, la misa, la visita, las oraciones, las plegarias, los recuerdos. Todo eso para tener algo seguro de que agarrarte cuando parece que el caos se avecina. Será?
Pero entonces, seguir yendo? visitarlo en un lugar específico si sé que en realidad puede estar acá leyendo mis debrayes y riéndo de alegría porque cumplí la única promesa que le he hecho?
sí, porqué no? Es una tradición, aunque las dudas me persigan...

1comments

At 9:01 PM, Blogger Saudadinho said...

tal vez porque no entendemos el concepto "nada"... literalmente nada... sabemos q ya no está ahí pero no entendemos lo q es en realidad... tal vez los visitamos para tratar de saber que va a pasar después... cuando estemos ahí pero ya no estemos... y para materializar recuerdos, sentimientos y no sentir que todo es un soliloquio.

 

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